
ANTONIO MANZINI
Forzado a abandonar su querida Roma natal debido a ciertas irregularidades en el desempeño de su labor policial, Rocco Schiavone es enviado al valle de Aosta, que pese a estar situado en la península Itálica, para un meridional como él es lo más parecido a aterrizar en Marte. Rodeado de imponentes montañas, atenazado por un frío glacial y desconcertado ante el carácter circunspecto de los habitantes del lugar, Rocco encara su segundo caso con el mismo talante de siempre, irritable y transgresor hasta el límite de lo permisible, pero imbuido de un profundo sentido de la justicia.
Cuando una mujer es hallada muerta en su casa y, en la penumbra, se extienden las secuelas de lo que en apariencia ha sido un robo violento, el subjefe Schiavone se resiste a la tentación de creer lo evidente. Una serie de coincidencias y divergencias, sumadas a la ambigüedad de algunos personajes, transformará gradualmente el escenario del crimen en una espesa niebla de misterios. Para despejarla, Schiavone pondrá en práctica su contundente método particular, basado en la intuición, la astucia, una inquebrantable lealtad a su gente de confianza y cierta tendencia a tomarse la justicia por su mano.
Como ya se vislumbró en Pista negra, su primer caso, cada interrogatorio de Schiavone, espoleado por su característico mal humor y su irreductible tenacidad, aviva la curiosidad del lector. Así, la cohesión geométrica de las tramas de Manzini y el desasosiego de su personaje, de una humanidad desbordante, han convertido las historias de Schiavone en un éxito sin precedentes en Italia, un fenómeno que va camino de extenderse a todo el continente europeo.

JOEL DICHER
Es víspera de Navidad y la visita de la clase de Joséphine al zoo ha sido una catástrofe. Nadie sabe qué ha pasado exactamente y los padres de la niña están dispuestos a descubrirlo. Mientras la investigación avanza, comprendemos poco a poco que una catástrofe nunca llega sola, que las apariencias engañan y que los acontecimientos pueden tomar un giro que nadie imagina.
La muy catastrófica visita al zoo nos mantiene en vilo hasta el final; es una novela divertida y emocionante, repleta de guiños sobre nuestra sociedad, sobre la democracia, la educación inclusiva, el rol de los padres y de los maestros.
«De las cosas que me cuentan los lectores, lo que más me emociona son las lecturas compartidas en familia, entre amigos o en los clubes de lectura. Por eso he intentado escribir un libro que pudieran leer y compartir todos los lectores, sean como sean y estén donde estén, de 7 a 120 años. Con vuestros hijos, vuestra pareja, vuestros padres, vuestros vecinos o vuestros compañeros de trabajo. Un libro con el que os entren ganas de leer y de que lean otros, sin distinciones. Y que nos permita reencontrarnos».
Joël Dicker

SARA MESA
¿Sacarse una oposición o hacer oposición a un futuro descorazonador?
La narradora de esta novela estudia para consolidar su futuro profesional. Ha conseguido un puesto de interina en una oficina administrativa, y afrontar una oposición parece ser el paso lógico en su carrera. Sin embargo, otro tipo de oposición, la interna, basada en su observación del día a día funcionarial, hace que no lo tenga nada claro. El edificio donde ha sido destinada, tan gigantesco como hermético, es un lugar de jerarquías incomprensibles, que la expulsa al mismo tiempo que la absorbe. Como nadie le explica sus funciones, se ve forzada a improvisar, disimular por vergüenza y registrar su malestar con dibujos y poemas tan desplazados de la realidad como el trabajo mismo. Los funcionarios que la rodean, cada uno con sus particularidades y conflictos, han desarrollado los tics y las manías propios de las rutinas laborales y la obediencia acrítica. Necesitada de vida útil, de pulso verdadero y de juego, la opositora tomará pequeñas decisiones subversivas sin prever sus posibles consecuencias disciplinarias.
A través de una mirada curiosa, ávida y cada vez más desencantada, Oposición describe las trampas de los mecanismos burocráticos no solo para quienes las padecen, sino también para quienes las ponen en funcionamiento. La incisiva Sara Mesa, que conoció el mundo de la Administración por dentro, aborda el relato de la burocracia contemporánea desde la perspectiva de quien se ve atrapado en el tiempo muerto de las tareas inútiles, tratando el problema del tedio y la apatía en una narración brillante, mordaz y de ritmo implacable. Su protagonista, como una heroína azarosa e involuntaria, se enfrenta al peor y más inquietante de los absurdos: el de cómo nos organizamos en sociedad.

PABLO GALLEGO BOUTOU
Un joven madrileño pasa sus días cuidando de su madre enferma, callejeando con su amigo el Gordo y anotando frases inconexas en el Bar Urgel, impulsado por una vaga ambición de hallar una trascendencia a través de la escritura, un sentido a su aciaga existencia. Es en ese ambiente amistoso del bar, rodeado de hombres que encarnan lo que más odiaba y lo que más temía de su difunto padre, donde poco a poco cristaliza la búsqueda silenciosa del protagonista. Entre pinchos de tortilla y cervezas, sermones improvisados al hilo de la tertulia televisiva, peroratas etílicas de tinte machista, raíz xenófoba y homofobia desaforada, el protagonista se siente a veces acorralado por una masa coral que no hace sino corroborar la insufrible decadencia política y social que ve a su alrededor. Otras veces, sin embargo, encuentra una insospechada poesía en ese corro de personajes que lo acoge como a uno más.
En esta novela iniciática, ganadora del I Premio de Narrativa Diana Zaforteza, Pablo Gallego Boutou juega con diferentes estilos en los que combina lirismo y oralidad para iluminar la tragedia con belleza, ternura y sentido del humor. En una atmósfera de desencanto, la literatura y el arte despejan los miedos y alumbran un territorio narrativo propio, una vía que permite desgranar las propias contradicciones, resistir ante los grandes desengaños y revelar lo insondable que nos hace caer. Una novela sobre el alivio de la tristeza y del dolor, sobre el cuidado de los demás y la búsqueda del placer, sobre la amistad comprometida y la necesidad de un espacio común al que pertenecer.